Esta historia comienza en Japón cuando este viejo tejo se recolectó y se cultivó, unos cuantos años más tarde el árbol llega a España y lo adquiere Luis Vallejo, desde este momento se abonó en abundancia para que estuviera lo suficientemente fuerte para trabajarlo. Un cambio del frente, la separación de la vena del ápice para colocarlo en su posición, la limpieza de la madera y el modelado final hacen de este árbol un gran ejemplar.
Este es un pequeño reportaje del trabajo realizado tras tres años de cultivo y mantenimiento.
Para ver la totalidad de trabajo puedes buscar el artículo que está publicado en Bonsai Focus

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